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Mostrando entradas de octubre, 2016

Quietud

No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús. (Filipenses 4:6-7 NVI) No es fácil... Andar en bicicleta tampoco lo era pero aprendí con algunos sobresaltos lo básico, para trasladarme de un lugar a otro, ni piruetas ni competencias, hasta ahí. La vida es mucho más que una competencia o alguna pirueta ¡Cuántas energías invertidas en un solo momento, en un solo proyecto, y luego nada o casi nada! La recomendación apostólica nos anima a la sana administración, la oración agradecida, considerando la buena voluntad de Dios para con los suyos. Su paz no se hace esperar, está ahí... Lo importante es que le demos a Dios el lugar más importante, el control, y Él como juez justo, nos muestra como hacer. Padre, esta jornada está delante tuyo, ayúdame a transitarla con gozo y la expectativa de hacer el bie

Búsqueda

Mas si desde allí buscares a Jehová tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma. (Deuteronomio 4:29) El lugar donde Dios te lleva es el mejor para vos. Ahora, todo comienza en el corazón, allí comienza nuestra búsqueda, y maravillosamente, Dios está cerca. Él sale al encuentro de múltiples maneras, alcanza al ser y desea ser correspondido de todo corazón y con todo el alma de sus amados. No está lejos. Aún se lo puede encontrar, no te tardes... Padre, que tu presencia sea deseada por muchos, por todos. Y viviremos...Amén .-

Decisiones consensuadas

“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis” ( Jeremías 29:11 ) Qué bueno resulta creerle a quien tiene en mente nuestro bien. Hoy se roba la confianza y sacrifica la amistad con la deliberada intención de destruir el tejido social. Entrar en los laberintos de los parques es fácil, salir no lo es tanto y a mayor demora, aumenta la desesperación. Levantar la vista hacia el centro para encontrar la guía del cuidador o de algún avanzado que ya salió es la alternativa para que vuelva la paz a nuestro ser. Así, en los laberintos de la vida, Levantemos nuestra vista a Dios y recibiremos el oportuno socorro. Claro, mucho mejor es permanecer luego con Él y no, dejarlo olvidado hasta la próxima crisis. Padre, gracias por tu salvación. Aunque vengan con propuestas increíbles, antes, buscaré tu mirada. Amén.-

Modelo perfecto

Cumplirá el deseo de los que le temen; Oirá asimismo el clamor de ellos, y los salvará. (Salmos 145:19) Dios es el modelo de Padre que todos necesitamos. Nos ama con amor verdadero, genuino y puro. Enseña con disciplina a los suyos para que guardemos su carácter y seamos aquí en la tierra sus embajadores. El salmista lo vivía, por tanto, daba testimonio de su trato con Dios. Es que Dios está interesado en que nos vaya bien en este peregrinaje terreno. Nuestra vida acá es eso y nada más, hay una eternidad por descubrir, y nos espera. Nuestro trabajo por agradar a Dios está respaldado, no estamos solos, el Padre es con nosotros. Sean las amenazas externas o nuestras propias debilidades, Él nos guiará. Hay éxito asegurado, no tema. Padre, gracias por tu amor. Bendito el sacrificio de tu Hijo y bendita la obra de tu Espíritu en mi vida. Recibe todo el reconocimiento que mi alma anhela darte y sustentame en tu gracia. Amén.-

Sublime

“Y el Señor me librará de toda obra mala, y me preservará para su reino celestial. A él sea gloria por los siglos de los siglos. Amén” (2 Timoteo 4:18) No guardar rencor, podría sintetizarse la recomendación del apóstol Pablo a su discípulo Timoteo. Muy recomendable para nosotros. Escuché al pasar "Te conviertes en aquello que adoras" y no significa que me postre ante mis adversarios u ofensores pero guardar en mi corazón todo el daño recibido hace que se transforme en un altar significativo que amargará mi alma. Si en lugar de detenerme en los actos fallidos me dirijo al Padre de nuestro Señor, por el poder de su Espíritu, si le entrego mis cargas, sé que se ocupará de todos ellos como considere justo y oportuno, entre tanto, seré libre de toda mala consecuencia. Padre, gracias por tu palabra viva y eficaz. no guardaré ofensas en mi memoria y sí toda obra buena que haz hecho en mí. La salvación es tuya. Amén.-