
Fundada en 1856, es la segunda ciudad en importancia de la provincia.
Emplazada en el margen izquierdo del Río Quinto, nació como un asentamiento destinado a defender los pueblos de la invasión indígena. En 1875, con la llegada del ferrocarril, comienza su definitivo trazado y despegue social y económico.
En la actualidad presenta una imagen urbana moderna con un trazado de calles anchas y arboledas frondosas donde se fusionan los diferentes estilos arquitectónicos como los espléndidos edificios de fin de siglo: la Iglesia de las Mercedes de estilo neoclásico toscano, el Edificio del Palacio Municipal, de influencia renacentista y sus gigantescas “escuelas-palacio”.
Su atractivo turístico de mayor relevancia es la tradicional Fiesta Nacional que evoca uno de los lugares históricos por excelencia: La Calle Angosta, “la de una vereda sola”, fiel testigo de la historia de un pueblo que año tras año es visitada por los exponentes más importantes de la música folclórica. Esta ciudad, pujante y dinámica, es la puerta a las llanuras del sur sanluiseño, territorio de lagunas, chacras, estancias, donde la pesca y todo tipo de actividades recreativas rurales son desarrolladas.
¡QUE BUENA FINALIDAD TUVO EL ORIGEN DE ESTA LINDA CIUDAD!
ResponderEliminarEs apropiado reflexionar en aquellas cosas que comenzamos con una intención virtuosa, pero que con el paso de los años se va desdibujando el propósito inicial. Hoy el interes de aquellos que debieran velar por la seguridad, equidad, justicia etc. de esta ciudad están mas interesados en perpetuarse en el poder que en lo que sus habitantes realmente necesitan; la verdadera belleza de un lugar radica en su gente. Pareciera ser que el bienestar que proporciona BELLEZA en las personas no es una prioridad de sus dirigentes.Bellas personas.....cuídense, cuidémosnos.
HAGAMOS HONOR AL PROPOSITO DE EXISTIR DE ESTA CIUDAD.