"La amistad... es una de esas cosas que le da valor a la supervivencia.” C. S. Lewis
"Gracia y paz sean a vosotros, de Dios el Padre y de nuestro Señor Jesucristo, el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén." Ga 1:3-5
No hay otro evangelio. Tiene el poder no solo para salvarnos en el juicio venidero sino también para mantenernos libres de las acechanzas en los tiempos que vivimos. Como antes, muchos buscan acarrear agua para sus molinos y trastornan a los débiles en la fe. La falta de conocimiento facilita el deslizamiento cuando las tormentas de la vida nos visitan.
No hay otro evangelio y es el que debemos conocer no con el amor imposible de Romeo y Julieta sino con la intimidad deseada y buscada del Cantar de los Cantares, una relación intensa con Jesucristo. Limpios de nuestro andar cotidiano con el agua pura de su palabra y vestidos con el ropaje de las buenas obras que testifican nuestra identidad para encontrarnos con Él. Ahí, donde mueren las palabras.
No hay otro evangelio, tampoco hay otro amigo como Él. Lo demás es cartón pintado, pasada la tormenta solo quedan vestigios sin valor.
"Gracia y paz sean a vosotros, de Dios el Padre y de nuestro Señor Jesucristo, el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén." Ga 1:3-5
No hay otro evangelio. Tiene el poder no solo para salvarnos en el juicio venidero sino también para mantenernos libres de las acechanzas en los tiempos que vivimos. Como antes, muchos buscan acarrear agua para sus molinos y trastornan a los débiles en la fe. La falta de conocimiento facilita el deslizamiento cuando las tormentas de la vida nos visitan.
No hay otro evangelio y es el que debemos conocer no con el amor imposible de Romeo y Julieta sino con la intimidad deseada y buscada del Cantar de los Cantares, una relación intensa con Jesucristo. Limpios de nuestro andar cotidiano con el agua pura de su palabra y vestidos con el ropaje de las buenas obras que testifican nuestra identidad para encontrarnos con Él. Ahí, donde mueren las palabras.
No hay otro evangelio, tampoco hay otro amigo como Él. Lo demás es cartón pintado, pasada la tormenta solo quedan vestigios sin valor.
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