No somos el eco, dependientes de ciertas condiciones y sonidos que otros produzcan. Somos seres dotados de capacidades que no deben embotarse.
Afilemos nuestra inteligencia :-)
Ciudades contra la vida estúpida
Denunciar. "Los que toman la calle no van contra los gobiernos, quieren otra democracia. Problemas como el cambio climático, el mal funcionamiento de los sistemas financieros, la corrupción política, las desigualdades, los totalitarismos, las agresiones a los derechos humanos. Nosotros, la gente de la cultura, no hemos denunciado nada de todo esto, no hemos estado a la altura. El equipo para la cultura que no se comprometa y no asuma un reto cívico como propio no sirve."
Movilizarse y encarar acciones conjuntas. Un trimestre al año los centros culturales de Buenos Aires deberían ponerse de acuerdo para movilizarse sobre una temática que les importe en la ciudad. "Todo espacio para la cultura que no colabore con otro es una secta narcisista e inútil."
Interrelacionarse. "No quiero público sino asociados. El público paga su entrada, me consume y se va. Quiero asociados entusiastas, presenciales y en la Red. Hay que estar en la Red no para informar sino para seducir."
Proponer conocimiento. "La gente tiene que saber que en un centro cultural debe esforzarse. Todo lo fácil conduce a la pasividad. Hay que pensar. Si no salgo con una idea nueva de un centro cultural, he perdido el tiempo. Pero que algo te haga pensar no significa que sea aburrido."
Tener visiones de futuro. Es decir: más riesgo, menos miedo, "más opciones improbables y menos repetición de aquellas programaciones con las que nos ha ido bien. Dar lugar a los nuevos autores".
Para todo esto, dice Puig, se necesita tanto dinero como para la salud y la educación. "Pero a la diversión no hay que darle ni un peso. El que quiera divertirse, pues que se compre un mico y lo vista." Y sobre el final, un consejo que vale oro: "Hagamos ciudades contra la vida estúpida".
Deberé investigar: www.tonipuig.com
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