Mientras pensaba retomar mi abandonado blog, leí con asombro acerca de la guerra de Afganistán y la invasión de EE. UU en aquel país. Este párrafo es suficiente indicador: La OTAN, que tiene previsto retirar sus tropas de combate del país de aquí a fines de 2014, sigue buscando una salida honorable de este conflicto que, según la universidad estadounidense de Brown, ha provocado unos 34.000 muertos y en el que sólo Estados Unidos ha gastado al menos 444.000 millones de dólares. Para leer todo el artículo...
¡Cuatrocientos cuarenta y cuatro mil millones de dólares! No se menciona el gasto de los demás países que integran la OTAN ni las pérdidas afectivas de las familias de aquellos 34.000 muertos. Entre tanto en el Cuerno de África a raíz de la hambruna que se está viviendo se necesita lo siguiente:
Las operaciones del PMA en la región requieren 767 millones de dólares estadounidenses para los próximos seis meses. El déficit presupuestario, teniendo en cuenta las promesas y las contribuciones confirmadas, es de 299 millones de dólares.
O sea que de invertirse el dinero de la guerra de Afganistán en el África, y si la calculadora no me falla, se cubriría el presupuesto alimenticio por 289 años aproximadamente. Cuán perversa que es la guerra... ¿Verdad?
Para concluir este primer post del retorno, un maestro...
Talvez pudéssemos extrapolar e pensar onde estamos investindo os recursos arrecadados pelas igrejas, se em missões, em beneficência, em caridade, ou na construção de luxuosos mega-templos, aquisição de aeronaves e canais de TV.
ResponderEliminarEnquanto isso, milhões morrem pelo mundo.