Cada vez más escucho: ¡Con los militares estábamos mejor!
Y me duele, pero algo de razón hay a pesar de lo malo que pasó. Es que no hay perfección y vivimos en un movimiento pendular contínuo. Dios nos ayude a lograr que las distancias entre esos extremos se reduzcan y alcancemos cierta estabilidad perdurable para el bien de toda la sociedad.
Hace unos días recibí en mi correo un artículo imperdible de Wenceslao Calvo. Transcribo solo unas frases pero, lealo completo aquí.
"La paradoja es que después de más de treinta años de la muerte de Franco, si pudiera hablar, habría un colectivo que haría totalmente suyo aquel eslogan de que con Franco vivían mejor...
El colmo de la paradoja es que este frágil colectivo vivía mejor con un dictador, cuya persuasión no era precisamente la defensa de los derechos humanos, que con gobernantes que se ufanan de la defensa de los mismos...
Ya sabemos que la legislación no lo es todo, porque la mala voluntad es capaz de pervertir las mejores leyes...
Si para lo que queremos tenemos programas de concienciación y educación social, hasta el punto de que somos capaces de darle la vuelta a las cosas más elementales y llamar a lo blanco negro y a lo negro blanco ¿No sería posible también hacer lo mismo con este asunto de vida o muerte?..."
Un bloguero a quien concidero especialmente, me dejó un comentario en la publicación "El aborto ¿Legal o ilegal?" que dice: ¿Cuál es el fundamento racional que justifica el...? y digo ¡Cierto!

Nuestra frágil humanidad necesita redención. Dios ya la proveyó a través de su Hijo pero, muchos no la aceptan y lo más triste es que, los que se acogen a su benficio no siempre la usan...
Por eso extraigo algunas frases de estos contemporáneos nuestros que también anhelan una sociedad mejor no sólo para nosotros sino también para nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos y así, hasta el fin.
Creo que es hora de redoblar los esfuerzos para hacer que alguien sea consciente de todo este derroche de vida. Por lo menos, que no les pase inadvertido.
Creo que Dios quiere reunir todas las cosas en Cristo Jesús en la dispensación de los tiempos por medio de la Iglesia.
Si no queremos quedarnos afuera de la fiesta, participemos pues subordinando aquellos pareceres personales, tradicionales o denominacionales, para hacer consciencia "global" desde la posición que Él nos dió.
Dios nos ha dado un privilegio especial, usémoslo. No escribo como teólogo, seminarista o especialista en algo. Escribo como un hijo de Dios que cree que su Padre es grande, que quiere y espera de nosotros cosas grandes.
Hace unos días recibí en mi correo un artículo imperdible de Wenceslao Calvo. Transcribo solo unas frases pero, lealo completo aquí.
"La paradoja es que después de más de treinta años de la muerte de Franco, si pudiera hablar, habría un colectivo que haría totalmente suyo aquel eslogan de que con Franco vivían mejor...
El colmo de la paradoja es que este frágil colectivo vivía mejor con un dictador, cuya persuasión no era precisamente la defensa de los derechos humanos, que con gobernantes que se ufanan de la defensa de los mismos...
Ya sabemos que la legislación no lo es todo, porque la mala voluntad es capaz de pervertir las mejores leyes...
Si para lo que queremos tenemos programas de concienciación y educación social, hasta el punto de que somos capaces de darle la vuelta a las cosas más elementales y llamar a lo blanco negro y a lo negro blanco ¿No sería posible también hacer lo mismo con este asunto de vida o muerte?..."
Un bloguero a quien concidero especialmente, me dejó un comentario en la publicación "El aborto ¿Legal o ilegal?" que dice: ¿Cuál es el fundamento racional que justifica el...? y digo ¡Cierto!
Nuestra frágil humanidad necesita redención. Dios ya la proveyó a través de su Hijo pero, muchos no la aceptan y lo más triste es que, los que se acogen a su benficio no siempre la usan...
Por eso extraigo algunas frases de estos contemporáneos nuestros que también anhelan una sociedad mejor no sólo para nosotros sino también para nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos y así, hasta el fin.
Creo que es hora de redoblar los esfuerzos para hacer que alguien sea consciente de todo este derroche de vida. Por lo menos, que no les pase inadvertido.
Creo que Dios quiere reunir todas las cosas en Cristo Jesús en la dispensación de los tiempos por medio de la Iglesia.
Si no queremos quedarnos afuera de la fiesta, participemos pues subordinando aquellos pareceres personales, tradicionales o denominacionales, para hacer consciencia "global" desde la posición que Él nos dió.
Dios nos ha dado un privilegio especial, usémoslo. No escribo como teólogo, seminarista o especialista en algo. Escribo como un hijo de Dios que cree que su Padre es grande, que quiere y espera de nosotros cosas grandes.
¡Anímese! Entre al campo de juego que vamos a ganar...
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