Fue una decisión difícil. De esas que no dejan dormir por las noches y que al resolverse alivian el alma. Esa sensación de desahogo, de liberación, debe haber sentido el cura cordobés Víctor Hugo Casas (38) el fin de semana, cuando les anunció a sus fieles de la iglesia de la localidad de Colonia Prosperidad que dejaría los hábitos. "Estoy enamorado y quiero formar una familia", contó entonces, como pidiendo disculpas por sus sentimientos, el sacerdote.
La historia terminó como en las novelas. El sábado, al finalizar la misa que oficiaba en Colonia Prosperidad, Casas –quien también es el párroco de otras dos localidades del este cordobés, Saturnino María Laspiur y Las Varas- les dijo a los feligreses que tenía que contarles algo importante. Algo que le pasaba a él y que quería compartirlo con todos.
Estaba enamorado, quería formar una familia junto a la mujer amada y ser papá. Emocionado hasta las lágrimas, habló de lo difícil que le había resultado tomar esta decisión. Y les dijo que lo había pensado bien, porque su amor venía "de hace mucho".
Después de esta confesión, el sacerdote comunicó que esa iba a ser la última misa que oficiara. Luego se quitó los hábitos, los besó y los dejó sobre el altar. A la sorpresa, primera reacción de los fieles a la noticia, le siguieron algunos aplausos. Todos valoraban la valentía y sinceridad del párroco y lo apoyaban.
Casas repitió después su anuncio en las otras dos iglesias en las que oficiaba misas. Y la respuesta de los feligreses fue, otra vez, de respeto y comprensión.
"Hay cuestiones del corazón que no las podés parar", explicó a los periodistas de la radio Cadena 3, incluso antes de comunicarles la novedad a su familia y a sus superiores de la Iglesia. Y agregó que "cuando te enamorás de una persona y empezás a proyectar más allá, en formar una familia y en tener hijos, es muy fuerte".
El párroco señaló que no creía que su decisión fuera a generar problemas en la Iglesia porque "Dios ama la vida". Y él iba a dejar los hábitos justamente, para formar una familia y dar vida. De todas maneras, tímidamente, opinó que la Iglesia tiene que "crecer" y "necesita una apertura" en este tipo de temas.
"No niego que haya en el orden religioso personas que puedan vivir su celibato, pero creo que la Iglesia tiene que crecer y permitir que los sacerdotes puedan optar entre una vida de celibato y una vida marital", consideró.
Esta vez el hombre pudo más que el sacerdote. Y el corazón le ganó a la cabeza. Porque, como dice la canción, el amor es más fuerte.
La historia terminó como en las novelas. El sábado, al finalizar la misa que oficiaba en Colonia Prosperidad, Casas –quien también es el párroco de otras dos localidades del este cordobés, Saturnino María Laspiur y Las Varas- les dijo a los feligreses que tenía que contarles algo importante. Algo que le pasaba a él y que quería compartirlo con todos.
Estaba enamorado, quería formar una familia junto a la mujer amada y ser papá. Emocionado hasta las lágrimas, habló de lo difícil que le había resultado tomar esta decisión. Y les dijo que lo había pensado bien, porque su amor venía "de hace mucho".
Después de esta confesión, el sacerdote comunicó que esa iba a ser la última misa que oficiara. Luego se quitó los hábitos, los besó y los dejó sobre el altar. A la sorpresa, primera reacción de los fieles a la noticia, le siguieron algunos aplausos. Todos valoraban la valentía y sinceridad del párroco y lo apoyaban.
Casas repitió después su anuncio en las otras dos iglesias en las que oficiaba misas. Y la respuesta de los feligreses fue, otra vez, de respeto y comprensión.
"Hay cuestiones del corazón que no las podés parar", explicó a los periodistas de la radio Cadena 3, incluso antes de comunicarles la novedad a su familia y a sus superiores de la Iglesia. Y agregó que "cuando te enamorás de una persona y empezás a proyectar más allá, en formar una familia y en tener hijos, es muy fuerte".
El párroco señaló que no creía que su decisión fuera a generar problemas en la Iglesia porque "Dios ama la vida". Y él iba a dejar los hábitos justamente, para formar una familia y dar vida. De todas maneras, tímidamente, opinó que la Iglesia tiene que "crecer" y "necesita una apertura" en este tipo de temas.
"No niego que haya en el orden religioso personas que puedan vivir su celibato, pero creo que la Iglesia tiene que crecer y permitir que los sacerdotes puedan optar entre una vida de celibato y una vida marital", consideró.
Esta vez el hombre pudo más que el sacerdote. Y el corazón le ganó a la cabeza. Porque, como dice la canción, el amor es más fuerte.
http://www.clarin.com/
A los solteros y a las viudas les digo que es preferible quedarse sin casar, como yo. 9Pero si no pueden controlar su naturaleza, que se casen, pues más vale casarse que consumirse de pasión. 1 Co 7:8
Si alguno cree que debe casarse con su prometida, porque ya está en edad de casarse, y si piensa que eso es lo más indicado, que haga lo que crea conveniente; cásese, pues no es pecado. 1 Co 7:36
El apóstol San Pablo escribe sus enseñanzas y recomendaciones a las nuevas congregaciones cristianas de aquella época... ¿Qué habrá pasado en el camino para que la iglesia católica y apostólica se aparte de estos textos?
Si alguno cree que debe casarse con su prometida, porque ya está en edad de casarse, y si piensa que eso es lo más indicado, que haga lo que crea conveniente; cásese, pues no es pecado. 1 Co 7:36
El apóstol San Pablo escribe sus enseñanzas y recomendaciones a las nuevas congregaciones cristianas de aquella época... ¿Qué habrá pasado en el camino para que la iglesia católica y apostólica se aparte de estos textos?
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