¡Gracias Jesús!
Cuanto golpe y maltrato, discriminación, olvido, insultos o heridas me hubiesen tocado antes, ahora o más adelante ya fueron recibidos por Él a mi favor.
Gracias a eso hoy puedo decir he vuelto a vivir. ¡Claro que no soy perfecto! Pero que lindo es mirar la vida de otra manera, con esperanza, sabiendo que hay un mañana mejor que el día de hoy.
Nuestros padres nos castigaban y a veces obtenían algún cambio en nuestra conducta. Pero el amor de Dios, el Padre perfecto que se encarnó para salvarnos y librarnos de todo castigo, logró mucho más.
El sabio entendía como nosotros que la disciplina es lo mejor para las personas. Pero Dios sabe que somos limitados y que nuestras disciplinas también lo son. Se degradan así como la moral a través del tiempo. Por ello hizo algo mejor, accesible a todos, gratis para nosotros.
Anímese, no será defraudado. Dios no es hombre para engañar.
Buscaba una imagen para ilustrar la reflexión y me encontré con esto, me sentí sorprendido y airado... ¿la publico? Sí me sumo al ¡Nunca más! Claro que esta violencia no debe repetirse.
No hay justificativo porque no es justa la violencia.
Nadie puede decir: "Tengo puro el corazón, estoy limpio de pecado" Pr 20:9.
Jesús había dicho: "El que esté libre de pecado que sea el primero en arrojar la piedra" y todos, uno a uno se fueron... Mujer, ni yo te condeno, vete y no peques más.
¡Gracias Señor!
Busque ayuda porque la hay.
Comentarios
Publicar un comentario