Es una frase repetida, cada vez que nos cruzamos con alguien y preguntamos: -¿Cómo estás? A veces puede ser real, pero no siempre.
Así nos acostumbramos a vivir en condiciones inferiores a lo normal, permitiendo que lo anormal pase a ser cotidiano, renunciamos al buen vivir, a la dignidad y lo más triste, transmitimos con el ejemplo a las nuevas generaciones la misma perspectiva, conformándonos, nivelando hacia abajo.
Casi siempre tenemos justificativos:
Mis padres vivieron así, siempre fue así, no se puede cambiar, no hay remedio,La trágica situación que vive nuestra sociedad debería hacernos reflexionar que algo no estamos haciendo bien.
no vale la pena...
Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana.
El autor de esta frase algo sabía, no solo invitaba al descanso, sino a una nueva vida.
TODOS, estamos invitados a ser parte del cambio ¿Por qué dejar pasar la oportunidad?
LO que entra en un crisol, despues de acabado el proceso no queda con igual volúmen, como tampoco la calidad del material es el mismo.
ResponderEliminarSi el metal fuera sensible y tuviera razón y lenguaje, escucharíamos muchos ayes mientras el fuego consume las impurezas que lo desvaloriza. Pero tambien comprobaríamos su satisfacción al entrar con un valor nuevo al mercado.El crisol de Dios funciona con el fuego de su amor, y el que se dispone a pasar por Él ya no queda igual a como entró. Su valor es muy superior aunque "su tamaño" haya disminuído considerablemente.
¿Por qué? Porque Cristo le ha dado de "su materia"-ORO PURO-
ANIMATE ¡VALE LA PENA!